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martes, 19 de abril de 2011

Uso del trípode

El trípode es un invento muy utilizado en fotografía, pero que como todo elemento accesorio a la cámara, hay que conocer y saber emplear. Durante muchos años he visto a mucho fotógrafos utilizar trípodes para distintas situaciones, en estudio, para fotografía de exterior, paisajismo, urbana, macrofotografía etc. He observado cómo ha evolucionado el diseño del trípode y se puede decir que hoy en día un buen trípode está al alcance de la mayoría de los fotógrafos aficionados. Antes de comprar un trípode hay que analizar un par de cosas: para que tipo de fotografía lo vamos a utilizar y qué cuerpo de cámara, objetivo y flash vamos a montar en él. Hoy en día existen trípodes especializados para su uso en el campo o en condiciones medioambientales adversas y trípodes de estudio. Si vamos a someter nuestro trípode a la intemperie y, por ejemplo, vamos a hacer fotos en la orilla del mar o escalar la montaña, conviene tener esto en cuenta a la hora de elegir el material constructivo. La mayoría son actualmente de aluminio, pero los hay de fibra de carbono -más ligeros y tambíén muy resistentes pero por lo general caros. Si el uso principal es en el estudio, donde no nos importa demasiado el peso del mismo ya que no lo vamos a transportar, podemos decidirnos por uno de esos trípodes metálicos pesados y resistentes, incluso del tipo fijo, es decir no abatibles. Pero si vamos a hacer largos recorridos por la ciudad o el campo, conviene no descuidar el peso. No olvidemos que una mochila con uno o dos cuerpos de cámara y los correspondientes objetivos y demás elementos fotográficos constituye ya un peso de varios kilos. En general un trípode de 2,5 Kg. de peso, que admita 5 o 6 Kg. suele ser suficiente para soportar cualquier cámara y objetivo, incluso con el flash de zapata montado en la cámara. Obviamente para cámaras de medio formato o cámaras de vídeo, se fabrican otros trípodes mucho más resistentes y pesados.

Otro aspecto a considerar en la compra de un trípode es la rótula. En los trípodes más sencillos viene incluida. En los de uso profesional o aficionado avanzado se vende por separado. La rótula viene a ser el elemento de unión entre el trípode y la cámara (o el objetivo, si nos referimos a un super-tele). Hay varios tipos de rótulas, de dos y tres ejes, de bola, de joystick, de cremallera, etc. La rótula debe ser robusta, en cualquier caso debe estar pensada para soportar el peso de nuestra cámara y el objetivo más pesado que montemos. Particularmente prefiero las rótulas de bola (ball-head) que permiten una movilidad adecuada a la cámara montada en ellas y tienen un tamaño bastante contenido. Pero lo mejor antes de decidirse es probar el material. Hay comercios que disponen de productos de demostración y allí podremos acudir con nuestra cámara, objetivo y flash para hacernos una idea de la robustez del trípode que vamos a comprar, su peso, etc.

Por supuesto hay otros factores como las alturas máxima y mínima que tiene el trípode una vez desplegado, el tamaño del mismo cuando está recogido, el número de secciones, si permite bloquear las patas, la fijación al suelo y algunas otras cosas. Lo más importante es que una vez montada nuestra cámara, ésta disponga de un apoyo sólido que nos permita, por ejemplo, hacer fotos de larga exposición sin vibraciones.

Dejo para el final el asunto de la marca. Todos sabemos que, como ocurre con todos los productos -no solo fotográficos- hay marcas de reconocido prestigio que nos ofrecen muy buena calidad pero a un precio más alto. Como siempre se trata de encontrar una buena relación calidad/precio, no debemos buscar lo más barato. Hay algunas marcas de trípodes que sin ser demasiado conocidas ofrecen esta buena relación. Hoy en día disponemos de muchos foros de fotografía donde, desde casa, podemos hacernos una idea bastante buena de las mejores opciones que hay en el mercado, y de esta forma seleccionar una marca y modelo que se adapten a nuestras necesidades y gustos.

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