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sábado, 7 de mayo de 2011

¿Nikon o Canon?

Bien, el título de este blog ya es tendencioso, porque de entrada me estoy cargando una gran cantidad de marcas de cámaras y objetivos -algunas de las cuales me han dado grandes satisfacciones en esta afición- como son Pentax, Olympus, Yashica, Minolta, Fujitsu, Sony y un largo etcétera si hablamos específicamente de cámaras DSLR, por no mencionar Mamiya, Hasselblad, Phase One y otras en formatos medios y grandes.



Pero la realidad del mercado desde hace unos años y concretamente en este año (2011) es que son las dos marcas más vendidas y preferidas por los usuarios. Hay varias formas de acometer la disyuntiva frente a la que se encuentra un supuesto comprador que quiere incursionar en el mundo de las DSLR sin nada que le condicione, alguien que ha adquirido experiencia con cámaras digitales compactas y por primera vez quiere comprarse un cuerpo de cámara y los objetivos que más adelante quiera o necesite: una forma es la puramente técnica o de producto en la que entraríamos a analizar las especificaciones de cada uno de los modelos de cada marca (tamaño del sensor -full-frame, APS-C, APS-H, etc.- resolución en megapixels, rango dinámico, rango de sensibilidad o ISO, procesador o procesadores, estanqueidad del cuerpo de cámara, etc.) La red está plagada de análisis de este tipo, no hay más que consultar páginas muy conocidas como dpreview.com, letsgodigital.org y muchas otras. Otra forma de acometer la cuestión es analizando los resultados que ofrece cada modelo de cámara, es decir, las fotografías resultantes. También hay páginas de análisis de este tipo en la Web. Pero hay más herramientas que nos pueden ayudar: los foros. Estos se han convertido en un lugar de reunión virtual de usuarios, curiosos, expertos, novatos, en fin, todo tipo de personas que aportan sus experiencias, consultan, preguntan, responden, intercambian información sobre este y muchos otros temas. Hace algunas décadas, cuando Internet no existía, había que recurrir a reuniones en clubs de aficionados, asociaciones de profesionales, tiendas, etc. para compartir estos conocimientos y experiencia. Por supuesto que también existe esta posibilidad hoy en día, pero cada vez más queremos respuestas rápidas a nuestras dudas y preguntas. Otra opción que tenemos es hacer nuestras propias pruebas, esta es en mi opinión, la mejor de las opciones si ya tenemos un poco de experiencia y sabemos lo que nos traemos entre manos, pero al mismo tiempo es la más difícil, pues no siempre podremos disponer del modelo de cámara que nos puede gustar probar y durante el tiempo que quisiéramos. Hay algunos comercios especializados que nos dejaran hacer pruebas (no todos, por supuesto) y estaremos limitados en el tiempo seguramente.



Mi recomendación es echar mano de una combinación de las opciones expuestas anteriormente y, por encima de todo, tener paciencia. No dejarnos deslumbrar por las excelencias anunciadas por los fabricantes que, habitualmente se dirigen al gran público destacando el gran número de megapixels de tal o cual modelo. Buscar siempre adquirir un cuerpo de cámara y no un kit formado por un cuerpo y un objetivo (normalmente barato, que más adelante venderemos para comprarnos el que realmente queríamos). Es decir, dedicar un tiempo y esfuerzos a hacer los análisis, pruebas, comparativas, consultas a amigos con más experiencia, necesarios para tomar una buena decisión. Todo ello por supuesto dentro del presupuesto que podamos dedicar a la compra. Si no estamos dispuestos a gastarnos más de € 4.000 en un cuerpo de cámara, no tiene ningún sentido comparar una Canon EOS 1D Mk. IV con la Nikon D3S. Sería como ponerse a comparar un modelo de coche de la marca Aston Martin con otro modelo de la marca Masserati, cuando nuestro presupuesto no da para más que un Alfa Romeo. Si nuestro presupuesto ronda los mil y pico Euros, entonces podremos pensar en modelos como la Nikon D7000 frente a la Canon 7D, o la Nikon D700 frente a la Canon 5D Mk.II, por ejemplo.



Pero debemos de tener en cuenta un factor importante: cuando entramos al mundo de las DSLR lo que realmente importa a largo plazo no es la cámara propiamente dicha, sino los objetivos, que es donde vamos a hacer la "gran inversión" con el tiempo. Y, como puede deducirse, es esto lo que nos va a condicionar el seguir haciendo fotos con cámaras de una u otra marca. Por este motivo mucha gente que venía del mundo analógico -y me incluyo yo- ya venía condicionada a elegir una u otra marca, salvo que decidiese dar un giro radical y empezar a utilizar una marca distinta. En mi caso, decidí vender todos los objetivos manuales de Pentax, excepto uno y mantener un cuerpo de cámara de película por pura nostalgia. A partir de ahí, me liberé de esa herencia condicionante e hice mis propios análisis y comparativas, pruebas y ensayos, incluso financieros a nivel de compañías. Esto lo hice en una época en la que la cuota de mercado de Canon frente a Nikon en Japón y el resto de mundo había cambiado de forma mayoritaria a favor de Canon, perdiendo Nikon la hegemonía en el liderazgo del mercado después de muchos años. Este no fue el factor decisivo para tomar la decisión, pero sí uno de los que me llevó a sentirme tranquilo acerca del futuro de la inversión que iba a empezar. Hoy en día, en un mundo mucho más comunicado que antes, no es complicado deshacerse de los objetivos y demás accesorios propios de una marca cuando se vende una o varias cámaras, pero siempre será más fácil hacerlo cuando dicha marca está bien posicionada en el mercado y es apreciada por los usuarios. Por supuesto que con Nikon y Canon nadie tendrá ningún problema de este tipo, al menos durante un buen tiempo.

Siendo sinceros, para un porcentaje muy grande de fotógrafos, incluidos los más exigentes en cuanto a calidad del producto y de los resultados que ofrece, las diferencias en relación precio/prestaciones entre un modelo determinado de Canon y otro similar de Nikon son mínimas. Como ocurre con todas las marcas, puede haber un determinado modelo donde la marca "ponga toda la carne en el asador" y consiga penetrar fuertemente en el mercado gracias a un precio muy agresivo para las prestaciones que ofrece dicho modelo. Este podría ser el caso de la Nikon D7000, que desde su lanzamiento al mercado a finales de 2010 ha sido el caballo de batalla de Nikon por recuperar la cuota perdida frente a Canon y, por consiguiente, ha aumentado el número de transfugas que se han pasado de Canon a Nikon. Pero, recordemos que a la larga la mayor inversión está en los "cristales" y no en el cuerpo de cámara. Y cuando hablamos de objetivos la cosa se complica, pues ya no nos limitamos a los objetivos propios de la marca, sino a toda la oferta de objetivos con la montura de nuestro cuerpo de cámara de muchos otros fabricantes de lentes, algunos de ellos ya legendarios como Leica. Aquí podemos elegir muchos objetivos de todo tipo -ojos de pez, gran angulares, objetivos estándar, teleobjetivos cortos y largos, super-teleobjetivos, zoom de todo tipo, entre marcas como Tamron, Tokina, Sigma, etc. que fabrican para cuerpos de cámara Nikon y Canon. Como dijimos antes, puede haber un determinado modelo de un fabricante que destaque especialmente del resto de su gama, bien por precio o por una calidad especialmente buena.

En cualquier caso, no debemos obsesionarnos con la elección del cuerpo de cámara. No olvidemos que al final, cualquier marca de cámara que lleva muchos años en el mercado, como son Nikon y Canon, ofrecen productos de calidad garantizada y, por otro lado, la cámara no es el fin, sino el objetivo de nuestra afición o profesión -la fotografía- es decir, una herramienta para la creación de una obra de arte. Todo el mundo sabe que la mejor cámara de fotos DSLR en malas manos producirá fotografías de peor calidad que una cámara compacta en manos de un buen fotógrafo que sabe "leer" la escena en cuanto a iluminación, composición, colores, etc.  Por esto, lo importante al final es que una vez nos hayamos decidido y adquirido un determinado modelo de cámara, pongamos en práctica nuestros conocimientos y experiencia y busquemos la forma de conseguir los resultados que queremos ajustando los parámetros de la cámara para lograrlo. No al revés. Hay que probar mucho, experimentar combinaciones de ajustes en situaciones distintas e ir familiarizándonos con la cámara nueva. Este proceso puede llevar meses, pero merece la pena hacerlo.



Y una recomendación final: leamos el manual de nuestra cámara. ¡ Incluso antes de comprarla ! Allí el fabricante ha incluido, además de las instrucciones de utilización, recomendaciones, indicación de limitaciones y mucha más información de la que a veces imaginamos. El manual hay que leérselo todo, de principio a fin, como si de una novela se tratase. Una vez leído, volveremos sobre los puntos en los que tenemos dudas y, con la cámara en la mano y los menús en pantalla a la vista, empezaremos a probar cosas y, si es necesario, apuntarlas. Quien se compra una DSLR se supone que va a tirar fotos en modo manual, o en alguno de los modos de prioridad de velocidad o diafragma, pero no en modo automático... Una vez iniciado ese proceso de familiarización con la cámara es muy aconsejable acudir a los foros especializados para clarificar dudas, comparar técnicas, exponer ideas y así ayudamos y nos ayudan a aprovechar al máximo las posibilidades de nuestra cámara.


Y ya para terminar, alguno se estará preguntando "sí, todo esto está muy bien, pero... ¿ Nikon o Canon ?" Mi respuesta es que a día de hoy da igual, ambas son marcas de reconocido prestigio y entre las dos copan el mercado de la fotografía. Salvo contadas excepciones, no nos equivocaremos si aplicamos el sentido común en la selección de la marca y el modelo.

¿ Nikon o Canon ?

Bien, el título de este blog ya es tendencioso, porque de entrada me estoy cargando una gran cantidad de marcas de cámaras y objetivos -algunas de las cuales me han dado grandes satisfacciones en esta afición- como son Pentax, Olympus, Yashica, Minolta, Fujitsu, Sony y un largo etcétera si hablamos específicamente de cámaras DSLR, por no mencionar Mamiya, Hasselblad, Phase One y otras en formatos medios y grandes.



Pero la realidad del mercado desde hace unos años y concretamente en este año (2011) es que son las dos marcas más vendidas y preferidas por los usuarios. Hay varias formas de acometer la disyuntiva frente a la que se encuentra un supuesto comprador que quiere incursionar en el mundo de las DSLR sin nada que le condicione, alguien que ha adquirido experiencia con cámaras digitales compactas y por primera vez quiere comprarse un cuerpo de cámara y los objetivos que más adelante quiera o necesite: una forma es la puramente técnica o de producto en la que entraríamos a analizar las especificaciones de cada uno de los modelos de cada marca (tamaño del sensor -full-frame, APS-C, APS-H, etc.- resolución en megapixels, rango dinámico, rango de sensibilidad o ISO, procesador o procesadores, estanqueidad del cuerpo de cámara, etc.) La red está plagada de análisis de este tipo, no hay más que consultar páginas muy conocidas como dpreview.com, letsgodigital.org y muchas otras. Otra forma de acometer la cuestión es analizando los resultados que ofrece cada modelo de cámara, es decir, las fotografías resultantes. También hay páginas de análisis de este tipo en la Web. Pero hay más herramientas que nos pueden ayudar: los foros. Estos se han convertido en un lugar de reunión virtual de usuarios, curiosos, expertos, novatos, en fin, todo tipo de personas que aportan sus experiencias, consultan, preguntan, responden, intercambian información sobre este y muchos otros temas. Hace algunas décadas, cuando Internet no existía, había que recurrir a reuniones en clubs de aficionados, asociaciones de profesionales, tiendas, etc. para compartir estos conocimientos y experiencia. Por supuesto que también existe esta posibilidad hoy en día, pero cada vez más queremos respuestas rápidas a nuestras dudas y preguntas. Otra opción que tenemos es hacer nuestras propias pruebas, esta es en mi opinión, la mejor de las opciones si ya tenemos un poco de experiencia y sabemos lo que nos traemos entre manos, pero al mismo tiempo es la más difícil, pues no siempre podremos disponer del modelo de cámara que nos puede gustar probar y durante el tiempo que quisiéramos. Hay algunos comercios especializados que nos dejaran hacer pruebas (no todos, por supuesto) y estaremos limitados en el tiempo seguramente.



Mi recomendación es echar mano de una combinación de las opciones expuestas anteriormente y, por encima de todo, tener paciencia. No dejarnos deslumbrar por las excelencias anunciadas por los fabricantes que, habitualmente se dirigen al gran público destacando el gran número de megapixels de tal o cual modelo. Buscar siempre adquirir un cuerpo de cámara y no un kit formado por un cuerpo y un objetivo (normalmente barato, que más adelante venderemos para comprarnos el que realmente queríamos). Es decir, dedicar un tiempo y esfuerzos a hacer los análisis, pruebas, comparativas, consultas a amigos con más experiencia, necesarios para tomar una buena decisión. Todo ello por supuesto dentro del presupuesto que podamos dedicar a la compra. Si no estamos dispuestos a gastarnos más de € 4.000 en un cuerpo de cámara, no tiene ningún sentido comparar una Canon EOS 1D Mk. IV con la Nikon D3S. Sería como ponerse a comparar un modelo de coche de la marca Aston Martin con otro modelo de la marca Masserati, cuando nuestro presupuesto no da para más que un Alfa Romeo. Si nuestro presupuesto ronda los mil y pico Euros, entonces podremos pensar en modelos como la Nikon D7000 frente a la Canon 7D, o la Nikon D700 frente a la Canon 5D Mk.II, por ejemplo.



Pero debemos de tener en cuenta un factor importante: cuando entramos al mundo de las DSLR lo que realmente importa a largo plazo no es la cámara propiamente dicha, sino los objetivos, que es donde vamos a hacer la "gran inversión" con el tiempo. Y, como puede deducirse, es esto lo que nos va a condicionar el seguir haciendo fotos con cámaras de una u otra marca. Por este motivo mucha gente que venía del mundo analógico -y me incluyo yo- ya venía condicionada a elegir una u otra marca, salvo que decidiese dar un giro radical y empezar a utilizar una marca distinta. En mi caso, decidí vender todos los objetivos manuales de Pentax, excepto uno y mantener un cuerpo de cámara de película por pura nostalgia. A partir de ahí, me liberé de esa herencia condicionante e hice mis propios análisis y comparativas, pruebas y ensayos, incluso financieros a nivel de compañías. Esto lo hice en una época en la que la cuota de mercado de Canon frente a Nikon en Japón y el resto de mundo había cambiado de forma mayoritaria a favor de Canon, perdiendo Nikon la hegemonía en el liderazgo del mercado después de muchos años. Este no fue el factor decisivo para tomar la decisión, pero sí uno de los que me llevó a sentirme tranquilo acerca del futuro de la inversión que iba a empezar. Hoy en día, en un mundo mucho más comunicado que antes, no es complicado deshacerse de los objetivos y demás accesorios propios de una marca cuando se vende una o varias cámaras, pero siempre será más fácil hacerlo cuando dicha marca está bien posicionada en el mercado y es apreciada por los usuarios. Por supuesto que con Nikon y Canon nadie tendrá ningún problema de este tipo, al menos durante un buen tiempo.

Siendo sinceros, para un porcentaje muy grande de fotógrafos, incluidos los más exigentes en cuanto a calidad del producto y de los resultados que ofrece, las diferencias en relación precio/prestaciones entre un modelo determinado de Canon y otro similar de Nikon son mínimas. Como ocurre con todas las marcas, puede haber un determinado modelo donde la marca "ponga toda la carne en el asador" y consiga penetrar fuertemente en el mercado gracias a un precio muy agresivo para las prestaciones que ofrece dicho modelo. Este podría ser el caso de la Nikon D7000, que desde su lanzamiento al mercado a finales de 2010 ha sido el caballo de batalla de Nikon por recuperar la cuota perdida frente a Canon y, por consiguiente, ha aumentado el número de transfugas que se han pasado de Canon a Nikon. Pero, recordemos que a la larga la mayor inversión está en los "cristales" y no en el cuerpo de cámara. Y cuando hablamos de objetivos la cosa se complica, pues ya no nos limitamos a los objetivos propios de la marca, sino a toda la oferta de objetivos con la montura de nuestro cuerpo de cámara de muchos otros fabricantes de lentes, algunos de ellos ya legendarios como Leica. Aquí podemos elegir muchos objetivos de todo tipo -ojos de pez, gran angulares, objetivos estándar, teleobjetivos cortos y largos, super-teleobjetivos, zoom de todo tipo, entre marcas como Tamron, Tokina, Sigma, etc. que fabrican para cuerpos de cámara Nikon y Canon. Como dijimos antes, puede haber un determinado modelo de un fabricante que destaque especialmente del resto de su gama, bien por precio o por una calidad especialmente buena.

En cualquier caso, no debemos obsesionarnos con la elección del cuerpo de cámara. No olvidemos que al final, cualquier marca de cámara que lleva muchos años en el mercado, como son Nikon y Canon, ofrecen productos de calidad garantizada y, por otro lado, la cámara no es el fin, sino el objetivo de nuestra afición o profesión -la fotografía- es decir, una herramienta para la creación de una obra de arte. Todo el mundo sabe que la mejor cámara de fotos DSLR en malas manos producirá fotografías de peor calidad que una cámara compacta en manos de un buen fotógrafo que sabe "leer" la escena en cuanto a iluminación, composición, colores, etc.  Por esto, lo importante al final es que una vez nos hayamos decidido y adquirido un determinado modelo de cámara, pongamos en práctica nuestros conocimientos y experiencia y busquemos la forma de conseguir los resultados que queremos ajustando los parámetros de la cámara para lograrlo. No al revés. Hay que probar mucho, experimentar combinaciones de ajustes en situaciones distintas e ir familiarizándonos con la cámara nueva. Este proceso puede llevar meses, pero merece la pena hacerlo.

Y una recomendación final: leamos el manual de nuestra cámara. ¡ Incluso antes de comprarla ! Allí el fabricante ha incluido, además de las instrucciones de utilización, recomendaciones, indicación de limitaciones y mucha más información de la que a veces imaginamos. El manual hay que leérselo todo, de principio a fin, como si de una novela se tratase. Una vez leído, volveremos sobre los puntos en los que tenemos dudas y, con la cámara en la mano y los menús en pantalla a la vista, empezaremos a probar cosas y, si es necesario, apuntarlas. Quien se compra una DSLR se supone que va a tirar fotos en modo manual, o en alguno de los modos de prioridad de velocidad o diafragma, pero no en modo automático... Una vez iniciado ese proceso de familiarización con la cámara es muy aconsejable acudir a los foros especializados para clarificar dudas, comparar técnicas, exponer ideas y así ayudamos y nos ayudan a aprovechar al máximo las posibilidades de nuestra cámara.

Y ya para terminar, alguno se estará preguntando "sí, todo esto está muy bien, pero... ¿ Nikon o Canon ?" Mi respuesta es que a día de hoy da igual, ambas son marcas de reconocido prestigio y entre las dos copan el mercado de la fotografía. Salvo contadas excepciones, no nos equivocaremos si aplicamos el sentido común en la selección de la marca y el modelo.