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viernes, 29 de abril de 2011

Fotos de larga exposición


Una de las características más interesantes de las cámaras DSLR frente a las compactas digitales es la posibilidad de hacer fotos de larga duración, es decir, mantener el obturador abierto durante uno o varios segundos, o minutos para captar la poca luz ambiente que ilumina a los objetos a fotografiar. Por supuesto que hay cámaras digitales compactas que tienen esta posibilidad seleccionando la posición “B” (Bulb) del dial, pero por lo general las cámaras digitales compactas, debido a su formato pequeño, suelen tener un captador (CCD o CMOS) de pequeñas dimensiones, cuyos photosites son diminutos, y esto hace que sean poco sensibles y generen mucho ruido.

Vamos a centrarnos en las cámaras DSLR. ¿Por qué querríamos hacer una fotografía de larga exposición si actualmente hay cámaras que permiten hacer fotos con un ISO muy alto con un nivel de ruido aceptable? Como veremos más adelante hay varias razones, incluso para filtrar la entrada de luz mediante filtros ND, es decir, a veces ¡nos sobra la luz ambiente para lograr el tipo de fotografía que queremos! Lo primero debemos disponer de los elementos y configuración adecuados para hacer fotografías de larga exposición: un trípode es uno de estos elementos fundamentales. La cámara no debe moverse durante la toma, y esto incluye evitar vibraciones debidas al viento e incluso a un suelo no suficientemente firme. Por otro lado está la consideración de la apertura del diafragma para este tipo de fotografía. Como bien sabemos, la apertura del diafragma es uno de los tres factores que influyen en la profundidad de campo, es decir, la zona de nitidez de nuestras fotos, siendo los otros dos la distancia entre la cámara y el sujeto a fotografiar y la distancia focal (en mm.) de nuestro objetivo. A mayor apertura de diafragma (número F más pequeño), menor profundidad de campo y viceversa. Normalmente para un paisaje como el mostrado a continuación, nos interesa que todo salga enfocado, con lo cual elegiremos un diafragma más bien cerrado (la foto siguiente se hizo a f/20 con un objetivo de 50mm f/1.4 y un filtro ND 2 para bloquear algo de luz. El tiempo de exposición fue de 1 segundo a ISO 50 (para evitar el ruido asociado a un valor ISO alto). En este tipo de fotografía también es interesante y útil aplicar un filtro degradado para compensar la mayor luminosidad del cielo y conseguir algo de dramatismo en la foto, aunque también podemos hacer esto con la opción de filtro degradado de Adobe Camera Raw al revelar la foto. Y por supuesto, el uso de un filtro polarizador nos ayudará a evitar reflejos del agua y mejorar los contrastes en nubes y cielo en general.



Ahora bien, la respuesta a la pregunta planteada anteriormente queda visible en el agua del mar de la foto anterior, hemos logrado un efecto de difuminado o borrosidad en el agua que no se produce en las rocas, por ejemplo -que se ven nítidas y bien definidas. El truco es muy simple: el agua está en movimiento constante y las rocas no. Durante el segundo que el obturador permaneció abierto la luz reflejada por el agua en movimiento impresionó el captador de forma distinta que la luz reflejada por las rocas. Esto queda especialmente claro en las crestas de las olas del fondo. Pero es fundamental que la cámara esté solidamente anclada al suelo a través del trípode (o bien apoyada en una roca) para que el resto de los elementos más o menos estáticos durante ese segundo (rocas, nubes, arena) no salgan movidos, ya que esto arruinaría nuestra fotografía. Esto nos lleva a otro elemento fundamental en este tipo de fotografía: el disparador remoto. Es un dispositivo que se conecta a la cámara con un cable y permite hacer el disparo sin tocar la cámara. Si no disponemos de un disparador, podemos programar el temporizador de disparo de nuestra cámara, por ejemplo un par de segundos de retardo. Sin embargo, si hacemos mucha fotografía de larga exposición es muy conveniente tener un disparador remoto, ya que en él podemos programar tiempos de apertura del obturador (exposición) superiores a los habituales 30 segundos que como máximo nos ofrece el menú de la cámara. Por ejemplo, ¡podemos fotografiar lugares muy oscuros con tiempos de exposición de 5, 10 o más minutos! Los resultados son espectaculares y esta técnica se presta mucho a la experimentación, al uso de luces para iluminar de forma artificialmente zonas oscuras mientras el captador está recibiendo la luz reflejada por los objetos encuadrados con el obturador abierto.

Otro ejemplo de aplicación de esta técnica muy utilizada en fotografía urbana es el conocido efecto de los rayos de luz producidos por coches en movimiento. Esto se consigue justamente dejando el obturador abierto durante unos segundos y, dependiendo de la velocidad y el ángulo de movimiento del vehículo, veremos dichos rayos en nuestra fotografía, pero el coche, al estar en movimiento constante, parecerá que no está presente en la imagen, a diferencia del resto de elementos estáticos que se muestran nítidos y definidos. A continuación un ejemplo. Esta foto fue tomada con un tiempo de exposición de 8 segundos a ISO 400 (había muy poca luz) con un diafragma a f/10 y una distancia focal de 24mm. Como se puede ver el cielo y el resto de elementos estáticos aparece enfocado correctamente, pero durante esos 8 segundos el vehículo se ha desplazado varios metros, dejando una estela de luz de los faros. Si se observa con detenimiento se puede llegar a ver la imagen del vehículo en el momento inicial de la toma, como si de un fantasma de coche se tratara, pero a partir de ahí ya no es posible ver otra cosa del vehículo que no sean los rayos de la luz de los faros.



La técnica de larga exposición da mucho juego y no se limita a fotografía con poca luz. Hay preciosas fotografías de bandadas de aves, multitudes de personas caminando, coches y motos a gran velocidad, etc. que se hacen a plena luz del día dejando el obturador abierto durante un tiempo más largo de lo habitual, a veces no es necesario llegar a un segundo para conseguir el efecto de velocidad del sujeto a fotografiar, basta con configurar la cámara a 1/8" por ejemplo para conseguir este efecto, pero si es importante tener la cámara lo más estática posible para evitar trepidaciones que se reflejen en nuestras fotografías. Hay una excepción a esta regla y es cuando hacemos fotos con un focal muy corta, típicamente un gran angular (24 mm por ejemplo) y a condición de no excedernos en el tiempo de exposición y contar con la destreza suficiente para evitar que la foto salga movida por una sujeción incorrecta. Por esto es preferible, siempre que sea posible, utilizar un trípode o, por lo menos apoyar la cámara sobre una superficie sólida.



Información complementaria

- Hay un truquillo para obtener el efecto de "agua sedosa" que se observa en la primera foto arriba cuando no llevamos encima un filtro de densidad neutra que limite la entrada de luz a la cámara y por lo tanto la posibilidad de fotografiar el agua en movimiento a baja velocidad (larga exposición). Consiste en hacer varias tomas en modo ráfaga y montarlas desde Photoshop con la opción Scripts (del menú File) se cargan las distintas fotografías con la opción "Load files into Stack" (cargar archivos en una pila). Una vez cargados se genera lo que Photoshop denomina un "Smart Object" (objeto inteligente). Una vez creado el objeto inteligente vamos al menú Layer (Capa) y con la opción Smart Object promediamos las distintas fotografías convertidas en objeto inteligente mediante la opción "Mean" (Media) de "Stack Mode" (Modo de Pila). De esta manera obtendremos el mismo efecto de agua sedosa que conseguimos mediante una larga exposición gracias a la combinación de varias fotografías de exposición rápida combinadas y promediadas. Este método tiene incluso la ventaja de poder hacer las tomas intermedias sin necesidad de ningún tipo de filtro, ya que el colocar un filtro delante del objetivo introduce, de todas formas, aberraciones y artefactos indeseados.

- Un divertimento interesante derivado de las fotografías de larga exposición es lo que se denomina "pintar con la luz". Consiste simplemente en programar la cámara en el modo B (bulb), es decir, obturador abierto durante unos segundos o minutos en un lugar completamente a oscuras y mediante una fuente de luz -lo típico es utilizar una linterna potente- dedicarnos a iluminar determinadas zonas de un objeto moviendo la linterna una y otra vez para que el sensor de la cámara capte y registre poco a poco las zonas iluminadas, por ejemplo la pared de una casa o un coche, etc. Los efectos que se pueden obtener dependen de la creatividad e ingenio del fotógrafo

domingo, 24 de abril de 2011

...pero en el fondo, ¿qué es la fotografía?

A veces los fotógrafos nos sumergimos tanto en el mundo de la técnica fotográfica, que perdemos de vista el aspecto creativo y artístico de la fotografía. Hace poco, chateando con una estilista y diseñadora de moda me comentaba que un blog de fotografía como el que estoy escribiendo no despertaba su interés porque "lo de los focos y esas cosas no le llama mucho la atención". Para profundizar un poco en el tema le pregunté lo que ella entendía por fotografía. Me respondió "un arte, es una forma de expresión".

Muchas veces nos pasa que olvidamos lo que en el fondo es una buena fotografía: un mensaje, una manera de expresar algo. Nos centramos demasiado en la forma de transmitir dicho mensaje y terminamos olvidando el fondo de la cuestión. Como fotógrafos, deberíamos de ser los intérpretes del mensaje a transmitir. Somos los expertos en el uso del instrumento que transmitirá gráficamente una o varias ideas. No podemos quedarnos en la parte estética, ni siquiera artística de la fotografía, y mucho menos en la técnica, a menos que pretendamos ser meros documentalistas de una base de imágenes científicas.

El fotógrafo debe desarrollar esa capacidad y sensibilidad que le permita -una vez que conoce y sabe aprovechar la tecnología disponible- expresar una idea, exponer una situación. Los reporteros gráficos saben muy bien que esta es su tarea. Pero conviene recordarlo, pues muchas veces los avances tecnológicos nos deslumbran y distraen.

En algunos casos el mensaje a transmitir es el producto de la reacción que causa la visión de una fotografía impactante. Todos conservamos en la retina las imágenes crudas de conflictos bélicos captadas por Robert Capa. ¿A quien le importa que la camisa blanca del miliciano español esté sobrexpuesta? Lo importante fue captar esa imagen en ese instante y ser capaz de enviarla a la redacción y posteriormente publicarla.

Cuando hacemos una sesión para una colección de ropa lo importante es justamente esto, la ropa, y es donde debemos centrarnos para transmitir de la mejor forma posible el mensaje que la estilista o diseñadora de moda quiso dar a su colección. No olvidemos nunca este concepto, por encima de los valores estéticos y artísticos, la fotografía es un arte que pretende transmitir un mensaje, expresar una idea. Si para ello tenemos que hacer una fotografía técnicamente incorrecta pero que tiene la fuerza suficiente para interpretar dicha idea, estaremos haciendo lo correcto.

sábado, 23 de abril de 2011

Uso del flash

El flash se diseñó inicialmente con el único propósito de iluminar aquel sujeto al fotografiar en un lugar exento de luz natural o luz artificial continua de suficiente intensidad. Hoy en día el flash sirve para muchos otro propósitos: como iluminación de relleno, por ejemplo, lo que nos permite hacer preciosas fotografías a contraluz; como potente iluminación en el estudio (si tuvieramos que mantener luz continua con la misma potencia del fogonazo de un flash de 1.000 Watts, por ejemplo, ¡la factura de la luz sería muy distinta!; como iluminación complementaria para resaltar el volumen del pelo o de la ropa, por ejemplo. Como vemos el flash es un elemento muy útil, a pesar de que las actuales DSLR permiten -gracias a su gran sensibilidad y, acopladas a objetivos muy luminosos- hacer excelentes fotografías sin utilizar el flash.



La mayoría de fotografos aficionados sabe que un flash de zapata tiene una "velocidad máxima de sincronización", es decir hay que ajustar la velocidad de obturación de cámara como mucho a 1/200", por ejemplo, para que la foto con flash nos salga bien. Pero ¿que está pasando dentro de la cámara? Esa velocidad máxima de sincronización es la velocidad máxima a la que pueden moverse las cortinillas del obturador para que el sensor quede correctamente iluminado por el flash. Si superamos dicha velocidad, es decir si ajustamos en la cámara una velocidad de, por ejemplo, 1/1000", no habrá tiempo suficiente para que el sensor quede totalmente iluminado por el flash. Esto sería una limitación importante a la hora de "congelar" sujetos en movimiento y por ese motivo, los fabricantes de cámaras y flashes han creado la "alta velocidad de sincronización", que viene a ser una serie de disparos cortos del flash para iluminar el sensor a velocidades muy altas. Cada cámara tiene sus ajustes de velocidad alta de sincronización (no todas las cámaras tienen esta opción) y conviene leer el manual de nuestra cámara para conocer los detalles.

Siendo creativos, podriamos elegir una velocidad de obturación muy lenta, incluso una larga exposición en el caso de una escena donde la luz ambiente es muy tenue, e iluminar algún objeto cercano con un destello del flash. La imagen siguiente corresponde a una escena muy poco iluminada y los ajustes de la cámara fueron: ISO 100, tiempo de obturación 25 segundos, apertura: f/2.8 balance de blancos automático. La foto no está retocada, solo redimensionada para no ocupar demasiado espacio.


La siguiente fotografía se tomó en las mismas condiciones que la anterior pero, en un momento determinado de la larga exposición de 25 segundos, se disparó manualmente un flash utilizando el botón "pilot" de prueba del mismo, motivo por el cual los datos EXIF de la imagen no han registrado el uso del flash. Obsérvese el ligero cambio de tonalidad de la botella debido a la luz blanca del flash y la mejor iluminación general de la toma.



Finalmente, la última imagen se realizó con los mismos parámetros de larga exposición y gran apertura de diafragma anteriores, pero con el flash de zapata montado en la cámara y ajustado a una velocidad de 1/125". Esta vez los datos EXIF de la imagen sí registran el uso del flash, representado por la velocidad 1/125". Esta foto, también realizada con el ajuste AWB (balance de blancos automático), presenta una tonalidad completamente distinta a la fotografía original debido a la preponderancia de la luz blanca del flash con relación a la escasa iluminación de la luz incandescente de las dos imágenes anteriores.


Fotografía de Aves en Vuelo (F.A.V.)

La fotografía de aves en vuelo es una disciplina específica de la fotografía de fauna que requiere de una técnica y conocimientos concretos para obtener los resultados deseados, además de paciencia y el equipo fotográfico adecuado. Básicamente se trata de captar imágenes de aves grandes o pequeñas en pleno vuelo, para ello como es lógico debemos ejercitar nuestra técnica de seguimiento con la cámara, como lo hace un cazador con la escopeta. Será más fácil empezar con grandes aves planeadoras, como buitres y cigüeñas que, a cierta distancia, podemos seguir fácilmente en el visor de la cámara.



Por otro lado es fundamental disponer de una cámara con teleobjetivo o zoom de gran aumento, ya que en la mayoría de los casos, las aves pasarán volando a gran distancia. Con un zoom 70 - 300 mm ya podemos hacer buenas fotografías de aves en vuelo.

Elegir el lugar idóneo es también fundamental, y conocer los horarios de vuelo de las aves. En España hay muchos lugares para practicar este tipo de fotografía, parques naturales, reservas, zonas de montaña y en los alrededores de pueblos de la sierra se pueden encontrar muchas especies como cigüenas blancas y negras, buitres negros y leonados, alimoches, águilas, halcones y un largo etcétera.

La cámara que empleemos debe ser "rápida", lo habitual será disparar ráfagas de por lo menos 3 imágenes/segundo y el ajuste para conseguir fotos nítidas debería ser de por lo menos 1/1000 segundo para que las fotos queden "congeladas" y nítidas, a menos que nos interese conseguir un efecto de movimiento mediante la borrosidad de los extremos de las alas del ave, que suele ser la zona que se mueve a mayor velocidad. A ser posible un diafragma no demasiado abierto, ya que no nos interesa tener muy poca profundidad de campo. Así, cuanto más luminoso sea nuestro objetivo, mejor. Pero ello implica invertir gran cantidad de dinero en super-teleobjetivos de gran distancia focal y a la vez luminosos, algo que está al alcance de unos pocos solamente. Para el resto de los mortales, nos conformaremos con algo intermedio y acercarnos lo más posible a la zona de vuelo de las aves. Hay que tener mucha paciencia y perseverancia, muchas veces volveremos a casa de vacío o con pocas fotos interesantes, pero si insistimos, llegará el día en que consigamos nuestro objetivo y hagamos unas excelentes fotografías de aves en acción.

Si la cosa empieza a desesperarnos por no conseguir nuestro objetivo, recomiendo acudir a alguno de los múltiples espectáculos de aves rapaces y exóticas en vuelo (controlado) que hay en los distintos zoos y safari parks. Especialmente para practicar el seguimiento y fotografía del ave.

Finalmente un apunte que es de sentido común: no utilicemos el flash para fotografiar aves. Jamás. Como todos sabemos las aves tienen una visión especialmente refinada, muy superior a la de una persona. Los fogonazos del flash son molestos para una persona, pero muy perjudiciales para la visión de un ave.

viernes, 22 de abril de 2011

El Rango Dinámico: lo más importante de una cámara

Sin duda el rango dinámico es la característica fundamental de cualquier cámara (de fotos, de vídeo, de CCTV, etc.) Para entender lo que es el rango dinámico podemos recordar lo que ocurre cuando entramos a un cine cuando la proyección ya ha empezado... ¡ lo vemos todo negro excepto la pantalla ! Al cabo de unos segundos, empezamos a distinguir los asientos y las personas, pero seguimos viendo la pantalla. El iris de nuestros ojos y nuestro cerebro se han adaptado a la situación de contraste de una pantalla muy iluminada y el resto relativamente oscuro. Si intentásemos hacer una fotografía en esta situación de iluminación extrema con una parte del fotograma incluyendo la pantalla de proyección y otra con las personas sentadas en las butacas ligeramente iluminadas por el reflejo de la pantalla comprenderíamos, al ver el resultado, la dificultad que tiene la cámara para adaptarse a este tipo de situaciones. Esta capacidad para ver correctamente los detalles en las zonas muy poco iluminadas y en las zonas muy iluminadas es lo que se denomina Rango Dinámico.

Las mejores cámaras fotográficas tienen un rango dinámico mucho más limitado que el sistema visual humano. Es decir, lo normal será que si hay zonas muy oscuras y zonas muy iluminadas en una misma escena, la cámara no registre correctamente el detalle en dichas zonas. Mas bien registrará correctamente lo que se encuentre bien iluminado. Hay muchas formas de superar esta limitación técnica de las cámaras, una de ellas es el denominado HDR (High Dynamic Range), técnica que consiste en hacer varias tomas de la misma escena con distintos ajustes de exposición, es decir, haremos una foto dedicada a las zonas muy oscuras (y se nos "quemaran" las luces altas), otra a las zonas semi-oscuras, otra a las zonas semi-iluminadas, otra a las zonas muy iluminadas (y quedarán sub-expuestas las zonas oscuras). Luego con un software de mezclado combinaremos todas las tomas y obtendremos una imagen final donde podemos ver el detalle de todas las zonas. Dicho esto así parece la solución al problema técnico de limitación del rango dinámico, pero esta técnica está limitada a escenas donde no hay movimiento, de lo contrario la imagen resultante puede ser un auténtico desastre. Otra opción consiste en disponer de varias cámaras colocadas con distintos ajustes y enfocadas a la misma escena, de este modo el sujeto a fotografiar puede estar en movimiento ya que se dispararán todas las cámaras sincronizadas y cada una registrará un ajuste de exposición diferente, que posteriorme se combinarán para obtener el resultado final. Aquí nuevamente la teoría es correcta, pero la ejecución es complicada y cara.

Muchos fabricantes se han esforzado por ampliar electrónicamente el rango dinámico de sus cámaras y hay algoritmos y técnicas para todos los gustos, pero en cualquier caso de trata de "parches" que no resuelven el problema de fondo: los sensores tienen, con la tecnología actual, limitaciones en su capacidad para registrar correctamente los detalles en todo el rango de iluminación de una escena con respecto al ojo humano. De momento lo que hacen los fotógrafos que quieren obtener las imágenes de mayor calidad de sus DSLR es tirar siempre en formato RAW y procesar ("revelar") posteriormente las imágenes con programas como Adobe Camera Raw (ACR) o Lightroom. La principal diferencia del formato RAW frente al JPEG es justamente el mayor rango dinámico que tiene una fotografía hecha en RAW. Es un formato con una compresión mínima, "tal como sale de la cámara, sin procesamiento ni compresión" frente al JPEG que ocupa mucho menos espacio que RAW pero que ya ha sido procesada por la propia cámara. De hecho, aunque no es lo recomendable, podemos modificar muchas cosas en RAW, como por ejemplo la temperatura de color, la exposición, el viñeteo y muchas cosas más. No hay más que jugar con las opciones de ACR o Lightroom para descubrir todo lo que podemos recuperar de una fotografía deficiente. Pero no olvidemos lo fundamental: el mayor rango dinámico que tienen las imágenes RAW frente a JPEG. Si queremos enviar al laboratorio nuestras fotografías para imprimirlas con muy buena calidad y en grandes formatos, podemos generar un archivo .DNG, .TIFF, .BMP o incluso JPEG con poca compresión a partir del RAW original que hemos revelado.

El futuro nos traerá cámaras digitales con rango dinámico ampliado respecto al actual, que duda cabe. Pero la tecnología debe evolucionar hacia sensores con dicha capacidad. Todo lo que se haga para simular el HDR es simplemente eso, una simulación, con mayor o menor fortuna.

Filtros

Los filtros

Hoy en día cuando hablamos de filtros tenemos que especificar si se trata de filtros físicos o filtros virtuales (como por ejemplo los de Photoshop). Se sabe que actualmente se puede simular mediante los programas de edición fotográfica como Photoshop y otros la mayoría de filtros físicos que antiguamente eran tan apreciados por los fotógrafos de las cámaras de película. Sin embargo, hay algunos filtros, como es el caso de los polarizadores, que no pueden ser simulados por el ordenador. Por otro lado, se observa en los últimos años un retorno a los filtros físicos. Tal vez los más utilizados hoy en día -después de los filtros UV de protección- sean los filtros ND y los ND Graduados o Degradados, además de los polarizados. En general los filtros sirven para modificar la tonalidad o simplemente la entrada de luz que pasa al objetivo y al sensor de la cámara.

Un filtro polarizador lo que hace es, como indica su nombre modificar las características de refracción o reflexión de la luz. Con esto podemos conseguir varias cosas: evitar los molestos reflejos que producen las superficies metálicas o acristaladas, mejorar el aspecto del cielo en nuestras fotografías. Es bien sabido entre los pescadores que el uso de gafas de cristales polarizados mejora la visión de los peces dentro del agua al evitar los reflejos del sol, por ejemplo. En los filtros polarizados se puede regular la intensidad de la polarización girando el filtro. Hay polarizadores circulares y lineales. Si vamos a utilizar la función de enfoque automático (AF) de nuestra cámara, debemos utilizar filtros polarizados circulares, quedando los lineales relegados al uso del enfoque manual.   

 
En cuanto a los filtros ND y ND Degradados su función es simple: limitar el paso de la luz sin alterar los colores. ¿Para qué podríamos querer limitar el paso de la luz, si en fotografía se trata de captar la luz reflejada por los objetos? Por ejemplo cuando queremos hacer una exposición especialmente larga. Lo que haremos de primeras será utilizar un número F alto, es decir un diafragma bastante cerrado. Un diafragma muy cerrado evita que entre mucha luz y, normalmente una velocidad de obturación alta hace lo mismo, pero a veces nos interesa captar una escena urbana o un paisaje marino dejando el obturador abierto durante uno o más segundos (se consiguen efectos espectaculares). Para ello debemos ayudarnos de un filtro ND que “recorte” 1, 2, 3 o más pasos de diafragma. Otro motivo para querer utilizar un filtro ND es conseguir una profundidad de campo corta, para lo que debemos utilizar un Nº F pequeño, es decir, abrir el diafragma, por ejemplo a f/2.4 o f/3.5. Aquí también nos viene bien el uso de un filtro ND. La diferencia con los ND Degradados es simple: la mitad del cristal es oscuro y la otra mitad transparente. Obviamente está pensado para escenas donde queremos emparejar la luminosidad del cielo con el resto (la parte inferior) del paisaje. Son muy útiles para fotografía de paisajes. 

Respecto a tipos y marcas de filtros hay muchas opciones: B+W, Tiffen, Hama, Kasemann, etc. Yo recomiendo especialmente los filtros Cokin que no son redondos sino rectangulares y se montan con un portafiltros al uso. De esta forma podemos tener un solo filtro para todos los diámetros de objetivos que vayamos a utilizar, ya que algunos filtros, como los polarizadores son especialmente caros.



En mi experiencia particular, hoy en día no se necesitan más de 3 o 4 filtros, ya que los efectos especiales como velocidad, doble exposición, destellos, virados de color, etc. se pueden conseguir perfectamente con programas como Photoshop, algo que un fotógrafo hoy en día está obligado a conocer, al menos en su concepto básico.

Existen varias series de filtros Cokin: A, P, Z, X según el diámetro máximo del objetivo donde se colocará el portafiltros. Quizás la más extendida es la serie P que admite diámetros de hasta 82mm, con lo que se cubre la gran mayoría de objetivos de las DSLR actuales. Además se utilizan arandelas adaptadoras para montar el portafiltros en los distintos objetivos que tengamos. Si por ejemplo tenemos un objetivo de 58mm de diámetro como el Canon 50mm f/1.4, un Tamron 18-270mm de 72mm y un Canon 24-70mm de 77mm, necesitaremos 3 arandelas adaptadoras de 58mm, 72mm y 77mm para poder montar el portafiltros Cokin en cada uno de estos objetivos. La ventaja es que solamente necesitaremos tener un filtro polarizador para todos estos objetivos, ahorrándonos dinero y espacio en la maleta o mochila de fotografía.
 

martes, 19 de abril de 2011

Uso del trípode

El trípode es un invento muy utilizado en fotografía, pero que como todo elemento accesorio a la cámara, hay que conocer y saber emplear. Durante muchos años he visto a mucho fotógrafos utilizar trípodes para distintas situaciones, en estudio, para fotografía de exterior, paisajismo, urbana, macrofotografía etc. He observado cómo ha evolucionado el diseño del trípode y se puede decir que hoy en día un buen trípode está al alcance de la mayoría de los fotógrafos aficionados. Antes de comprar un trípode hay que analizar un par de cosas: para que tipo de fotografía lo vamos a utilizar y qué cuerpo de cámara, objetivo y flash vamos a montar en él. Hoy en día existen trípodes especializados para su uso en el campo o en condiciones medioambientales adversas y trípodes de estudio. Si vamos a someter nuestro trípode a la intemperie y, por ejemplo, vamos a hacer fotos en la orilla del mar o escalar la montaña, conviene tener esto en cuenta a la hora de elegir el material constructivo. La mayoría son actualmente de aluminio, pero los hay de fibra de carbono -más ligeros y tambíén muy resistentes pero por lo general caros. Si el uso principal es en el estudio, donde no nos importa demasiado el peso del mismo ya que no lo vamos a transportar, podemos decidirnos por uno de esos trípodes metálicos pesados y resistentes, incluso del tipo fijo, es decir no abatibles. Pero si vamos a hacer largos recorridos por la ciudad o el campo, conviene no descuidar el peso. No olvidemos que una mochila con uno o dos cuerpos de cámara y los correspondientes objetivos y demás elementos fotográficos constituye ya un peso de varios kilos. En general un trípode de 2,5 Kg. de peso, que admita 5 o 6 Kg. suele ser suficiente para soportar cualquier cámara y objetivo, incluso con el flash de zapata montado en la cámara. Obviamente para cámaras de medio formato o cámaras de vídeo, se fabrican otros trípodes mucho más resistentes y pesados.

Otro aspecto a considerar en la compra de un trípode es la rótula. En los trípodes más sencillos viene incluida. En los de uso profesional o aficionado avanzado se vende por separado. La rótula viene a ser el elemento de unión entre el trípode y la cámara (o el objetivo, si nos referimos a un super-tele). Hay varios tipos de rótulas, de dos y tres ejes, de bola, de joystick, de cremallera, etc. La rótula debe ser robusta, en cualquier caso debe estar pensada para soportar el peso de nuestra cámara y el objetivo más pesado que montemos. Particularmente prefiero las rótulas de bola (ball-head) que permiten una movilidad adecuada a la cámara montada en ellas y tienen un tamaño bastante contenido. Pero lo mejor antes de decidirse es probar el material. Hay comercios que disponen de productos de demostración y allí podremos acudir con nuestra cámara, objetivo y flash para hacernos una idea de la robustez del trípode que vamos a comprar, su peso, etc.

Por supuesto hay otros factores como las alturas máxima y mínima que tiene el trípode una vez desplegado, el tamaño del mismo cuando está recogido, el número de secciones, si permite bloquear las patas, la fijación al suelo y algunas otras cosas. Lo más importante es que una vez montada nuestra cámara, ésta disponga de un apoyo sólido que nos permita, por ejemplo, hacer fotos de larga exposición sin vibraciones.

Dejo para el final el asunto de la marca. Todos sabemos que, como ocurre con todos los productos -no solo fotográficos- hay marcas de reconocido prestigio que nos ofrecen muy buena calidad pero a un precio más alto. Como siempre se trata de encontrar una buena relación calidad/precio, no debemos buscar lo más barato. Hay algunas marcas de trípodes que sin ser demasiado conocidas ofrecen esta buena relación. Hoy en día disponemos de muchos foros de fotografía donde, desde casa, podemos hacernos una idea bastante buena de las mejores opciones que hay en el mercado, y de esta forma seleccionar una marca y modelo que se adapten a nuestras necesidades y gustos.

domingo, 17 de abril de 2011

Fotografía de estudio

Este tipo de fotografía permite captar imágenes en situación de "luz controlada", a diferencia de las fotografías en exterior donde el control de la iluminación se reduce a buscar el ángulo apropiado para la toma y, como mucho, al uso del flash de relleno o reflectores para modificar la luz que incide en el sujeto. Por otro lado, cuando se trata de retratos y en general fotografía de modelos en estudio podemos controlar otros aspectos relativos al vestuario, atrezo, pose, ángulo de la toma y otros. De esta forma podemos planificar y dar rienda suelta a nuestra creatividad. Por ejemplo, las fotografías de personas saltando son algo muy habitual y en general con algo de práctica podemos conseguir muy buenos resultados.


También podemos lograr resultados interesantes con la ayuda de otras personas que sujeten objetos en equilibrio y hacer la toma justo en el momento en que dicho objeto es soltado y está a punto de caer al suelo (por ejemplo una silla que parece quedar en equilibrio apoyada en una sola pata), o un balón que está botando y hacemos la fotografía cuando está en el aire, o un vaso con agua lanzado al aire. Hay muchas formas de conseguir estas tomas de objetos en movimiento o a punto de iniciar un movimiento determinado aprovechando la alta velocidad de obturación de las cámaras DSLR actuales. Sin embargo no debemos olvidar los límites de la velocidad de sincronización de la cámara con los flashes de estudio o de zapata. Normalmente 1/125 seg. será una velocidad segura para evitar problemas con las cortinillas de la cámara. Suele ser habitual utilizar disparadores activados por radiofrecuencia para no depender de cables de conexión entre los flashes de estudio o de zapata y la cámara. Estos disparadores, que se encuentran en los comercios de fotografía o por Internet a precios muy económicos hoy en día son la solución ideal para tener libertad de movimiento en el estudio o en exteriores. El uso de fondos apropiados para el tipo de fotografía de estudio es otro aspecto a cuidar. Normalmente un fondo de papel negro que sirva de fondo y a la vez de suelo es la solución. Si queremos obtener otros colores de fondo, bastará con utilizar un flash con un gel de color que ilumine dicho fondo, de esta forma conseguiremos un color degradado a juego con el vestuario del (la) modelo.


Finalmente, hay un sinfín de modificadores de luz para iluminar adecuadamente al sujeto: paraguas, cajas de luz (softbox), conos (snoots), paneles de abeja, beauty dish, etc. Todos estos elementos, que por lo general se instalan en los flashes de estudio montados en sus correspondientes soportes, permiten conseguir una luz más suave y difusa que iluminará al sujeto desde el ángulo que más nos convenga. Existen innumerables esquemas de iluminación con dos, tres, cuatro o más flashes. Lo más sencillo puede ser colocar un flash principal a 45º a la izquierda y algo por encima del sujeto y un segundo flash de relleno frontal o ligeramente contrapuesto al principal, regulando este último a una potencia inferior al principal. A partir de este esquema básico se pueden realizar muchas combinaciones de flashes de estudio y de zapata. Pero lo mejor es experimentar y crear nuestros propios esquemas, contrastar los resultados y anotarlos para futuras tomas.