Los filtros
Hoy en día cuando hablamos de filtros tenemos que especificar si se trata de filtros físicos o filtros virtuales (como por ejemplo los de Photoshop). Se sabe que actualmente se puede simular mediante los programas de edición fotográfica como Photoshop y otros la mayoría de filtros físicos que antiguamente eran tan apreciados por los fotógrafos de las cámaras de película. Sin embargo, hay algunos filtros, como es el caso de los polarizadores, que no pueden ser simulados por el ordenador. Por otro lado, se observa en los últimos años un retorno a los filtros físicos. Tal vez los más utilizados hoy en día -después de los filtros UV de protección- sean los filtros ND y los ND Graduados o Degradados, además de los polarizados. En general los filtros sirven para modificar la tonalidad o simplemente la entrada de luz que pasa al objetivo y al sensor de la cámara.
Un filtro polarizador lo que hace es, como indica su nombre modificar las características de refracción o reflexión de la luz. Con esto podemos conseguir varias cosas: evitar los molestos reflejos que producen las superficies metálicas o acristaladas, mejorar el aspecto del cielo en nuestras fotografías. Es bien sabido entre los pescadores que el uso de gafas de cristales polarizados mejora la visión de los peces dentro del agua al evitar los reflejos del sol, por ejemplo. En los filtros polarizados se puede regular la intensidad de la polarización girando el filtro. Hay polarizadores circulares y lineales. Si vamos a utilizar la función de enfoque automático (AF) de nuestra cámara, debemos utilizar filtros polarizados circulares, quedando los lineales relegados al uso del enfoque manual.

Respecto a tipos y marcas de filtros hay muchas opciones: B+W, Tiffen, Hama, Kasemann, etc. Yo recomiendo especialmente los filtros Cokin que no son redondos sino rectangulares y se montan con un portafiltros al uso. De esta forma podemos tener un solo filtro para todos los diámetros de objetivos que vayamos a utilizar, ya que algunos filtros, como los polarizadores son especialmente caros.
En mi experiencia particular, hoy en día no se necesitan más de 3 o 4 filtros, ya que los efectos especiales como velocidad, doble exposición, destellos, virados de color, etc. se pueden conseguir perfectamente con programas como Photoshop, algo que un fotógrafo hoy en día está obligado a conocer, al menos en su concepto básico.

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