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viernes, 29 de abril de 2011

Fotos de larga exposición


Una de las características más interesantes de las cámaras DSLR frente a las compactas digitales es la posibilidad de hacer fotos de larga duración, es decir, mantener el obturador abierto durante uno o varios segundos, o minutos para captar la poca luz ambiente que ilumina a los objetos a fotografiar. Por supuesto que hay cámaras digitales compactas que tienen esta posibilidad seleccionando la posición “B” (Bulb) del dial, pero por lo general las cámaras digitales compactas, debido a su formato pequeño, suelen tener un captador (CCD o CMOS) de pequeñas dimensiones, cuyos photosites son diminutos, y esto hace que sean poco sensibles y generen mucho ruido.

Vamos a centrarnos en las cámaras DSLR. ¿Por qué querríamos hacer una fotografía de larga exposición si actualmente hay cámaras que permiten hacer fotos con un ISO muy alto con un nivel de ruido aceptable? Como veremos más adelante hay varias razones, incluso para filtrar la entrada de luz mediante filtros ND, es decir, a veces ¡nos sobra la luz ambiente para lograr el tipo de fotografía que queremos! Lo primero debemos disponer de los elementos y configuración adecuados para hacer fotografías de larga exposición: un trípode es uno de estos elementos fundamentales. La cámara no debe moverse durante la toma, y esto incluye evitar vibraciones debidas al viento e incluso a un suelo no suficientemente firme. Por otro lado está la consideración de la apertura del diafragma para este tipo de fotografía. Como bien sabemos, la apertura del diafragma es uno de los tres factores que influyen en la profundidad de campo, es decir, la zona de nitidez de nuestras fotos, siendo los otros dos la distancia entre la cámara y el sujeto a fotografiar y la distancia focal (en mm.) de nuestro objetivo. A mayor apertura de diafragma (número F más pequeño), menor profundidad de campo y viceversa. Normalmente para un paisaje como el mostrado a continuación, nos interesa que todo salga enfocado, con lo cual elegiremos un diafragma más bien cerrado (la foto siguiente se hizo a f/20 con un objetivo de 50mm f/1.4 y un filtro ND 2 para bloquear algo de luz. El tiempo de exposición fue de 1 segundo a ISO 50 (para evitar el ruido asociado a un valor ISO alto). En este tipo de fotografía también es interesante y útil aplicar un filtro degradado para compensar la mayor luminosidad del cielo y conseguir algo de dramatismo en la foto, aunque también podemos hacer esto con la opción de filtro degradado de Adobe Camera Raw al revelar la foto. Y por supuesto, el uso de un filtro polarizador nos ayudará a evitar reflejos del agua y mejorar los contrastes en nubes y cielo en general.



Ahora bien, la respuesta a la pregunta planteada anteriormente queda visible en el agua del mar de la foto anterior, hemos logrado un efecto de difuminado o borrosidad en el agua que no se produce en las rocas, por ejemplo -que se ven nítidas y bien definidas. El truco es muy simple: el agua está en movimiento constante y las rocas no. Durante el segundo que el obturador permaneció abierto la luz reflejada por el agua en movimiento impresionó el captador de forma distinta que la luz reflejada por las rocas. Esto queda especialmente claro en las crestas de las olas del fondo. Pero es fundamental que la cámara esté solidamente anclada al suelo a través del trípode (o bien apoyada en una roca) para que el resto de los elementos más o menos estáticos durante ese segundo (rocas, nubes, arena) no salgan movidos, ya que esto arruinaría nuestra fotografía. Esto nos lleva a otro elemento fundamental en este tipo de fotografía: el disparador remoto. Es un dispositivo que se conecta a la cámara con un cable y permite hacer el disparo sin tocar la cámara. Si no disponemos de un disparador, podemos programar el temporizador de disparo de nuestra cámara, por ejemplo un par de segundos de retardo. Sin embargo, si hacemos mucha fotografía de larga exposición es muy conveniente tener un disparador remoto, ya que en él podemos programar tiempos de apertura del obturador (exposición) superiores a los habituales 30 segundos que como máximo nos ofrece el menú de la cámara. Por ejemplo, ¡podemos fotografiar lugares muy oscuros con tiempos de exposición de 5, 10 o más minutos! Los resultados son espectaculares y esta técnica se presta mucho a la experimentación, al uso de luces para iluminar de forma artificialmente zonas oscuras mientras el captador está recibiendo la luz reflejada por los objetos encuadrados con el obturador abierto.

Otro ejemplo de aplicación de esta técnica muy utilizada en fotografía urbana es el conocido efecto de los rayos de luz producidos por coches en movimiento. Esto se consigue justamente dejando el obturador abierto durante unos segundos y, dependiendo de la velocidad y el ángulo de movimiento del vehículo, veremos dichos rayos en nuestra fotografía, pero el coche, al estar en movimiento constante, parecerá que no está presente en la imagen, a diferencia del resto de elementos estáticos que se muestran nítidos y definidos. A continuación un ejemplo. Esta foto fue tomada con un tiempo de exposición de 8 segundos a ISO 400 (había muy poca luz) con un diafragma a f/10 y una distancia focal de 24mm. Como se puede ver el cielo y el resto de elementos estáticos aparece enfocado correctamente, pero durante esos 8 segundos el vehículo se ha desplazado varios metros, dejando una estela de luz de los faros. Si se observa con detenimiento se puede llegar a ver la imagen del vehículo en el momento inicial de la toma, como si de un fantasma de coche se tratara, pero a partir de ahí ya no es posible ver otra cosa del vehículo que no sean los rayos de la luz de los faros.



La técnica de larga exposición da mucho juego y no se limita a fotografía con poca luz. Hay preciosas fotografías de bandadas de aves, multitudes de personas caminando, coches y motos a gran velocidad, etc. que se hacen a plena luz del día dejando el obturador abierto durante un tiempo más largo de lo habitual, a veces no es necesario llegar a un segundo para conseguir el efecto de velocidad del sujeto a fotografiar, basta con configurar la cámara a 1/8" por ejemplo para conseguir este efecto, pero si es importante tener la cámara lo más estática posible para evitar trepidaciones que se reflejen en nuestras fotografías. Hay una excepción a esta regla y es cuando hacemos fotos con un focal muy corta, típicamente un gran angular (24 mm por ejemplo) y a condición de no excedernos en el tiempo de exposición y contar con la destreza suficiente para evitar que la foto salga movida por una sujeción incorrecta. Por esto es preferible, siempre que sea posible, utilizar un trípode o, por lo menos apoyar la cámara sobre una superficie sólida.



Información complementaria

- Hay un truquillo para obtener el efecto de "agua sedosa" que se observa en la primera foto arriba cuando no llevamos encima un filtro de densidad neutra que limite la entrada de luz a la cámara y por lo tanto la posibilidad de fotografiar el agua en movimiento a baja velocidad (larga exposición). Consiste en hacer varias tomas en modo ráfaga y montarlas desde Photoshop con la opción Scripts (del menú File) se cargan las distintas fotografías con la opción "Load files into Stack" (cargar archivos en una pila). Una vez cargados se genera lo que Photoshop denomina un "Smart Object" (objeto inteligente). Una vez creado el objeto inteligente vamos al menú Layer (Capa) y con la opción Smart Object promediamos las distintas fotografías convertidas en objeto inteligente mediante la opción "Mean" (Media) de "Stack Mode" (Modo de Pila). De esta manera obtendremos el mismo efecto de agua sedosa que conseguimos mediante una larga exposición gracias a la combinación de varias fotografías de exposición rápida combinadas y promediadas. Este método tiene incluso la ventaja de poder hacer las tomas intermedias sin necesidad de ningún tipo de filtro, ya que el colocar un filtro delante del objetivo introduce, de todas formas, aberraciones y artefactos indeseados.

- Un divertimento interesante derivado de las fotografías de larga exposición es lo que se denomina "pintar con la luz". Consiste simplemente en programar la cámara en el modo B (bulb), es decir, obturador abierto durante unos segundos o minutos en un lugar completamente a oscuras y mediante una fuente de luz -lo típico es utilizar una linterna potente- dedicarnos a iluminar determinadas zonas de un objeto moviendo la linterna una y otra vez para que el sensor de la cámara capte y registre poco a poco las zonas iluminadas, por ejemplo la pared de una casa o un coche, etc. Los efectos que se pueden obtener dependen de la creatividad e ingenio del fotógrafo

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