Ocurre en muchas ocasiones que nos puede interesar
desenfocar un fondo por diversos motivos. A mí en particular me ocurre en un
par de situaciones: cuando viajo y quiero hacer fotos en un hotel, por ejemplo,
no puedo llevar conmigo un rollo de papel de 3m de longitud. Lo práctico es
transportar un fondo de tela doblado. Pero al desdoblarlo sucede lo inevitable,
es decir, las dichosas arrugas. El fondo revelará los pliegues por donde se dobló
la tela. La otra situación en la que esto ocurre es con los fondos pintados. A
veces puede ser interesante pintar con spray o con brocha algún grafiti o
diseño que se nos ocurra. Los trazos pueden ser demasiado duros y definidos, y
conviene desenfocar.
Hasta hace poco recurría a las herramientas de Photoshop
para seleccionar al modelo y luego de invertir la selección, desenfocar el
fondo utilizando los distintos tipos de desenfoque que proporcionan las últimas
versiones de Photoshop, como el desenfoque de lente, o simplemente el socorrido
desenfoque Gaussiano. Pero esto conlleva un gran trabajo, especialmente cuando
el pelo de la modelo nos obliga a seleccionar con mucha precisión.
Lo ideal sería hacer ese fondo desenfocado en la propia
captura de la imagen, es decir, durante la sesión. Pero habitualmente
trabajamos con flashes que nos obligan a velocidades entre 1/60” y 1/250” y con
diafragmas más bien cerrados, como f/8 a f/11. Imposible desenfocar
selectivamente con estos diafragmas. Una lente tele puede ayudar, pero para más
complicación, solemos tirar con objetivos de 50mm, 85mm y similares. Por otro
lado, la distancia entre cámara y modelo suele ser un factor definido por el
encuadre que queremos conseguir, muchas veces de cuerpo completo ¿Cómo
desenfocamos entonces el fondo sin perder nitidez en los ojos de la cara de la
modelo? Hay que abrir mucho el diafragma, es decir tirar con f/1.4, f/2.8
máximo. Así tenemos una profundidad de campo muy corta y conseguimos desenfocar
el fondo. Pero esto nos obliga a disparar a velocidades muy altas. Lo podemos
hacer con la opción “H” (high speed) de los flashes de zapata profesionales,
pero si queremos hacerlo con flashes de estudio tendríamos que invertir mucho
dinero en unidades de gama muy alta. Como no dispongo de flashes de estudio tan
caros, sino más bien “normalitos” lo que hice para poder tirar con diafragmas
muy abiertos fue bloquear el paso de la luz mediante un filtro polarizador y un
filtro de densidad neutra colocados delante del objetivo de la cámara. De esta
forma la cámara “pide más luz” y se la proporcionamos abriendo mucho el
diafragma (profundidad de campo corta) a la vez que mantenemos una velocidad de
obturación dentro de los límites de sincronismo de los flashes “normales”. La única desventaja de este método es que
vemos poco y mal a través del visor y a la cámara le cuesta lo suyo hacer
enfoque automático (AF). Pero esto se corrige simplemente dando la luz, o utilizando
la luz de modelaje de los flashes, no es un gran problema. El resultado por
otro lado es un fondo desenfocado, que era el objetivo a conseguir. De esta
forma vemos que la fotografía de estudio no tiene porqué limitarse a tirar
siempre entre f/8 y f/13 cuando el equipo nos obliga a mantener velocidades de
sincronismo bajas.
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